El jamón serrano es una de las joyas de nuestra gastronomía por su exquisito sabor, su versatilidad y su alto valor nutricional. Pero para poder saborearlo de principio a fin es preciso saber cómo conservar el jamón en óptimas condiciones.
Cortarlo mal o ponerlo en un lugar poco adecuado en cuanto a humedad, temperatura y exposición a otros agentes, son algunos de los fallos más comunes. Para evitarlos, te contamos cómo conservar el jamón con todo detalle.
➡️Cómo conservar un jamón en casa
Lo ideal es que abras el jamón cuando lo adquieras, pues vendrá de bodegas y tiendas en las que se ha cuidado la temperatura, la luz y el nivel de humedad. Son parámetros que no se tienen tan en cuenta en un domicilio particular, por lo que la pieza puede ir perdiendo matices. Si tienes previsto guardarlo para una ocasión especial, puedes pedir que te lo corten en lonchas para envasarlo al vacío.
✔️Conservar un jamón en casa sin empezar
En caso de que quieras llevarte a casa la pata entera para abrirla en unos días, quítale el envoltorio y cuélgalo por la pezuña en un lugar seco y al descubierto. Eso hará que la carne respire y evitará que se llene de moho.
La despensa o algún almacén en el que suelas guardar alimentos parecen buena opción, pues se trata de encontrar un lugar en el que no reciba luz directa y que esté seco.
✔️Conservar un jamón serrano cortado
La temperatura es uno de los principales factores a tener en cuenta, y la prioridad debe ser escoger un lugar lo bastante seco. En el sur, por ejemplo, es frecuente colocar el jamón sobre el jamonero y este en algún punto de la encimera donde no estorbe cuando se están preparando otros alimentos.
En cuanto al jamón ya cortado en lonchas que no aún no se ha consumido, se puede dejar fuera de la nevera si no hace mucho calor ni hay humedad. En caso de que haga más de 15-20ºC o hablemos de una cocina muy húmeda, lo ideal es meterlo en la nevera.
✔️Conservar el jamón abierto
Además de lo que te comentamos sobre el nivel de humedad, es recomendable que uses un trapo seco para cubrir la parte del jamón que queda al aire una vez abierto, a fin de evitar que se seque.
Hay personas que cubren la zona con la propia grasa del jamón, lo que comúnmente se conoce como tocino, y que se ha retirado al abrirlo. Es cierto que la grasa tiene propiedades que ayudan a conservar el jamón, pero este no es el procedimiento más adecuado porque evita que el jamón respire y favorece la aparición de moho.
Aunque el moho puede retirarse con un trapo húmedo, este truco puede adulterar el exquisito sabor del jamón, así que lo ideal es frotar ligeramente un trozo de grasa contra la zona descubierta de la pata donde se están ejecutando los cortes. Se creará una película muy fina de grasa que será suficiente para que el jamón no se seque, y que le permitirá respirar sin modificar su sabor.
✔️Dónde conservar el jamón envasado al vacío
Al no tener oxígeno, que es precisamente lo que se persigue con el envasado al vacío, los alimentos no están tan expuestos a la oxidación y se conservan por más tiempo. En el caso de los curados, como el jamón serrano, se interrumpe el crecimiento de bacterias para evitar que se estropee.
En ese estado, el jamón puede conservarse en la despensa durante bastante tiempo, hasta al menos tres meses. Es frecuente que las familias quieran aprovechar alguna oferta que las tiendas ponen en marcha como revulsivo para la posible estacionalidad, aunque el jamón es un producto digno de ser consumido todo el año.
Por lo tanto, puedes comprar jamón serrano al vacío a finales de septiembre o principios de octubre para consumirlo en Navidad, pero no es aconsejable hacerlo antes. Una media hora antes de consumirlo, ábrelo para que respire, se atempere y recupere su color natural y los matices que poseía antes del envasado.
Y una vez abierto, ¿dónde conservarlo? Ya dijimos que se puede conservar fuera de la nevera si no hace mucho calor y si el ambiente es lo bastante seco. De lo contrario, puedes guardarlo en la nevera siguiendo los consejos que te ofrecemos a continuación.
✔️Cómo conservar el jamón serrano en la nevera
En caso de que haya que guardar el jamón cortado en la nevera, ¿cómo se debe proceder para que el producto conserve al máximo su aroma y su textura? Una de las opciones más recurrentes es el trapo o papel de cocina sobre el plato, algo que permite a la carne respirar para no secarse.
También puedes usar un envase de plástico tipo tupper, opción también recomendable porque protegerá la carne, evitará que absorba aromas de otros alimentos y que esté en contacto con otros agentes que lo sequen.
Es mejor evitar el film y el papel de aluminio o, de ser alguna de estas la opción escogida, no dejarlo demasiado tiempo. Es decir, consumirlo en el mismo día o al día siguiente, pues ni el film ni el papel de aluminio dejan a la carne respirar.
En cualquier caso, lo mejor es no tardar mucho en consumir el producto. Los métodos que comentamos están pensados para conservar las lonchas de jamón que sobran del desayuno o la cena y se consumen durante el día o al día siguiente, pero no dentro de varios días.
Es más, no es recomendable que cortes todo el jamón de la pata para ponerlo en la nevera. Si quieres evitar ponerte a cortar una y otra vez, es mejor que pidas que te lo corten y te lo envasen al vacío, o que lo compres ya directamente en este último formato.
➡️Conclusiones
El jamón es un producto cuyo aroma y sabor se mantienen durante mucho tiempo, aunque lo ideal para no perder un ápice de calidad es consumirlo lo antes posible. La buena conservación también interviene en su máximo disfrute, así que recuerda:
- El jamón se puede conservar durante unos dos meses colgado por la pezuña en un lugar seco y donde no le dé directamente la luz. Si está envasado al vacío en la tienda en la que nos lo han loncheado, durará hasta tres meses. Si nos referimos a un jamón loncheado que ya compramos así, las caducidades suelen ser mayores, 5-6 meses o más. Optemos por la opción que optemos, lo mejor es seguir las recomendaciones de envasado del fabricante.
- Cuando abras la pata, puedes untar la zona con su propia grasa para formar una película que evite que se seque sin adulterar el sabor, pero es mejor no dejar la grasa sobre el jamón.
- Puedes dejar las lonchas de jamón ya cortadas en un plato cubierto por un trapo o papel de cocina, y consumirlo en el plazo de dos días. Lo puedes dejar fuera si no hace mucho calor o meterlo en la nevera, pero evita films y papel de aluminio que evitan que el jamón respire.
En definitiva, saber cómo conservar el jamón serrano solo es cuestión de controlar tres parámetros: la temperatura, la humedad y la luz. Sigue nuestros consejos y evita prácticas poco recomendables para disfrutar de este exquisito producto de principio a fin.