¿Se puede incluir jamón serrano en una dieta?

Fecha

El jamón serrano es un alimento muy importante dentro de la dieta española, desde hace muchas décadas e incluso siglos. Sobre un trozo de pan con aceite, en el salmorejo, acompañando unos huevos rotos o con unas alcachofas… Sea como sea, el rey de los aperitivos es una delicia indiscutible. Pero, ¿podemos incluir el jamón serrano en una dieta?

El jamón serrano es un alimento muy importante dentro de la dieta española, desde hace muchas décadas e incluso siglos. Sobre un trozo de pan con aceite, en el salmorejo, acompañando unos huevos rotos o con unas alcachofas… Sea como sea, el rey de los aperitivos es una delicia indiscutible. Pero, ¿podemos incluir el jamón serrano en una dieta?

Respuesta rápida: sí. Respuesta un poco más extensa: Puedes incluir el jamón serrano en tu dieta, dependiendo del tipo de dieta que estés llevando. Si lo que deseas es llevar una dieta sana y equilibrada, por supuesto que sí, el jamón serrano puede formar parte de ella. Y, si estás en una dieta de adelgazamiento o dirigida por un médico es muy posible que también, aunque será tu nutricionista o profesional de la salud el que te debe indicar las cantidades en las que lo puedes consumir.

Todos hemos oído la afirmación de que el jamón serrano engorda, y no deja de ser verdad, ya que eso es algo que hacen todos los alimentos en mayor o menor medida. Pero hoy vamos a intentar despejar esa duda, y nos vamos a detener en los aspectos que más nos interesan para valorar la conveniencia de incluir el jamón serrano en nuestra dieta.

Propiedades nutricionales del jamón

Vayamos por partes y veamos de qué estamos hablando. El jamón serrano procede de las patas traseras del cerdo, con más tendencia a acumular grasas que las delanteras o la paletilla. Se llama así al producto obtenido tras la salazón y el secado al aire de las patas de cerdo y, si este es de raza ibérica, se obtiene el jamón ibérico. Además, si el cerdo ibérico ha sido alimentado con bellotas, obtendremos el aún más reconocido jamón ibérico de bellota.

El jamón es una fuente importante de proteínas de alta calidad (un 30%), que contienen todos los aminoácidos esenciales y también es una fuente de minerales, así como de vitaminas y también de grasas, por supuesto, pero éstas tienen alto contenido en ácido oleico, un antioxidante que contribuye a elevar el colesterol bueno (HDL) y a rebajar el malo (LDL). Estas grasas suponen alrededor de un 10% del jamón, dependiendo del tipo de jamón y de la parte que tomemos.

El jamón contiene casi un 4% de sal, lo que hace que pierda el agua y las proteínas se concentren más, no contiene azúcares añadidos y aporta unas 319 kilocalorías por cada 100 gramos.

Después de analizar sus valores nutricionales y las calorías del jamón serrano, podemos entender un poco mejor si se puede incluir el jamón serrano en la dieta. Insistimos en que, si estás siguiendo una dieta pautada, deberás consultarlo con tu médico o nutricionista, y si lo que buscas es llevar una dieta equilibrada y saludable, es recomendable comer un poco de todo, sin restringir ningún alimento y potenciando la variedad. Y por supuesto y en todos los casos realizar ejercicio físico acorde con tus capacidades con regularidad.

¿Cuánto jamón se puede comer al día?

Entonces nos surge otra pregunta: ¿qué cantidad de jamón es recomendable comer al día? Aquí, volvemos a la suposición de que, si estás intentando adelgazar, deberás consultarlo con la persona que está encargada de diseñar tu dieta. Igualmente, si de lo que estamos hablando es de incluir el jamón en una dieta saludable y equilibrada, deberemos tener en cuenta que la OMS recomienda un consumo diario de 0,8 a 1 gramo de proteína por cada kilo de peso para una persona adulta, es decir, 60-75 gramos de proteína diaria para una persona de unos 75 kilos de peso.

Según esto, no deberíamos exceder los 200 gramos de jamón diarios, si esa es la única proteína animal que comemos. Para llevar una dieta saludable siempre es fundamental la variedad de alimentos y combinar los tres tipos de nutrientes -proteínas, verduras e hidratos de carbono- a partes más o menos iguales si nuestra actividad es sedentaria, o aumentar alguno de estos elementos dependiendo de nuestra actividad y de nuestra edad.

Por lo tanto, acompañemos el jamón con otros alimentos como pan, aceite; en el salmorejo o el gazpacho es una gran idea y está muy rico, y sin duda es muy sano. Más que obsesionarnos con las calorías del jamón, es importante centrarnos en comer de todo y que todo sea lo menos procesado posible.

¿Qué jamón engorda menos?

Ante esta pregunta, podríamos responder con la clásica frase que dice que el jamón no engorda, engordas tú. Sí, es un chiste muy malo, pero no deja de tener algo de cierto. Dependiendo de cómo acompañemos el jamón, éste supondrá un aporte mayor o menor de calorías y grasas.

A la pregunta de cuál es el jamón que engorda menos, como en casi todas las cosas, la respuesta es difusa y nada es blanco ni negro. Es cierto que, en las dietas de adelgazamiento, el jamón de york es bastante popular, ya que es un alimento cocido, con menos sal y con menos grasa. Pero ojo, aquí también es importante tener en cuenta los ingredientes que se le añaden a los supuestos alimentos light o sin sal, ya que estos pueden aportar más calorías y de peor calidad que un producto natural y menos procesado.

Aquí deberemos huir de los etiquetados como fiambre, light, adelgazante, ya que estos suelen producir el efecto contrario. Quien te diga que el jamón de york engorda, puede que se esté refiriendo a estos sucedáneos.

En cuanto a si engorda más el jamón serrano o el jamón ibérico, pasa un poco lo mismo. Debemos tener presente que cuanto mejor haya sido la alimentación del cerdo y más natural haya sido su fabricación, más saludables serán.

¿Es mejor para la dieta comer jamón serrano o jamón ibérico?

Como ya hemos visto, la diferencia entre el jamón serrano y el jamón ibérico depende de la raza del cerdo y de su alimentación. En cuanto a las calorías del jamón serrano o al aporte de colesterol del jamón ibérico, lo cierto es que lo más importante es fijarnos en otros aspectos más interesantes como si el jamón que estamos consumiendo lleva aditivos o si lo estamos combinando con alimentos fritos.

Moderación y variedad siguen siendo las claves si queremos llevar una dieta saludable, y en lugar de pensar en el jamón serrano para adelgazar, entenderlo como un alimento rico, que nos ayuda a regular el colesterol y nos aporta proteínas, vitaminas y minerales. Cómelo a cualquier hora, evita acompañarlo de fritos o alimentos muy procesados y disfruta. Para todo lo demás, consulta con un profesional de la salud.

 

Si te ha gustado este post te interesa:

 

 

 

 

 

Otros
artículos